La Albertína es un restaurante que se ha encargado de convertir su marca en la calidad, elegancia y distinción de su servicio. Sus dueños, quienes tenían en claro que el diseño del lugar debía ser el reflejo entre lo antiguo y moderno con un estilo capaz de enamorar a cualquiera.
Llegamos más o menos a las diez de la noche, el restaurante estaba iluminado por la decoración navideña convirtiendo el frío de invierno en un ambiente cálido y acogedor. Yo me pedí un capuchino con rompope que estaba sabroso e increíblemente espumoso.
Como no teníamos tanta hambre nos olvidamos de la comida tomando como primera elección la carta de los postres. Pedimos un suculento Pastel de Selva Negra, un biscocho envinado de textura interesante con relleno de cereza y crema, que sin mentirles fue mi postre favorito.
También pedimos las Crepas Suzette, elaboradas con la tradicional receta francesa y un toque de la especialidad de la casa, Crepas "Albertina", les juro que no tenía nada de especial, el sabor de la crepa fue un poco clásico, licor de naranja con cerezas frescas, una errada elección para terminar la noche.
El lugar cuenta con un hotel boutique que cautiva a sus clientes con su encanto y su agradable ambiente rodeado de una peculiar fauna que se ha convertido en parte del estilo que caracteriza a La Albertina; Restaurant Bar and Cuisine.
Dirección: Libertad Norte No. 210, San Martín Texmelucan de Labastida, Puebla, México.
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